viernes, 29 de junio de 2007

Balance

El lunes por fin terminé los exámenes (sí, digo “por fin”, porque como a todo el mundo se me ha hecho eterna esta temporada, aunque sé que he tenido suerte de no acabar en Julio), pero hasta que no sepa los resultados de todas las asignaturas no podré desconectar del todo. Me conozco.

Bueno, no sé si con todo aprobado o no, pero he acabado mi primer año de Universidad (soy pequeñito, ¿qué pasa? :D), y de momento puedo estar satisfecho de todo lo que ha pasado en estos meses y del resultado. El balance es bastante positivo, me ha servido para aprender bastantes cosas (bueno, más bien para confirmar hechos que resultaban prácticamente evidentes

Inocente de mí, pensaba que era un conocimiento generalizado el hecho de que si no te esfuerzas no se consigue nada, porque nadie te lo va a regalar…Pero resulta que hay gente que desconoce esta máxima y se dedican al “noble arte de la escalada”(por ponerle un calificativo que no se merezca ningún tipo de censura), es decir, que los trepas crecen con las lluvias de otoño y florecen con el sol de Mayo. A pesar de todo, como “no hay mal que por bien no venga”, digamos que la paciencia es una virtud, y cada vez aprecio más la capacidad de esperar, porque una verdad universal irrevocable es que el tiempo pone a todo el mundo en su sitio.

Este año me ha servido para ponerme a prueba. El salto del Bachillerato a la Universidad es considerable, y todo un reto. Hay que acostumbrarse a nuevos métodos de enseñanza (algunos más discutibles que otros), una mayor exigencia y, sobre todo, como bienvenida a la “vida adulta” (de forma algo “chocante” en ciertas asignaturas), a buscarse la vida para tener opción a aprobar (o a no suspender de manera catastrófica)

Me he animado bastante a seguir con la licenciatura, a pesar de que primero de T&I es un curso que puede llegar a resultar pesado y tedioso (sólo con Lingüística ya es bastante para explicar este hecho), porque entré con ciertas dudas sobre lo que me iba a encontrar, y con el paso de los meses me he dado cuenta de que esto me gusta más de lo que yo pensaba en un primer momento, lo cual me ha sorprendido gratamente (a ver si las notas que me faltan por saber contribuyen a seguir dándome alegrías :D)

En fin, ahora toca descansar, que ya me he exigido y me han exigido suficiente durante estos nueve meses, que entre unas cosas y otras han sido bastante intensos. Mi Yo vago necesita recrearse estos tres meses de verano, aunque tengo el propósito de tener durante este tiempo siempre un libro en inglés empezado (me obligaré a que esto no termine como los propósitos de año nuevo), para no “oxidarme” demasiado por causa de la desconexión estival.

Suerte con los exámenes que os queden, y ¡feliz verano!

Ildefonso Laguna.

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martes, 26 de junio de 2007

El verano: playa, piscina, calor, mucho sol y... ¿¿chino??

Imagen del día de ayer: “una compañera y amiga de clase salta y grita de alegría cuando otra compañera le pasa un CD”. En cualquier otras circunstancias quizás no me habría llamado tanto la atención, pero en aquel momento estábamos a tan solo media hora de hacer el último examen del año, y no era un examen cualquiera, no, no, era el examen de Lingüística, esa asignatura que “no nos va a ayudar” y que, sin embargo tenemos que estudiar. Por ese motivo me intrigó tanto saber qué valioso contenido guardaría aquella redonda pieza de plástico, (¿quizás las preguntas del examen?). Para desgracia de muchos no resultó ser así, era algo que, no obstante, llamó aún más mi atención: ¡¡un curso de chino!!, ¡¡un curso autodidacta de chino!!

¡¡¡¿¿¿Cómo es posible que aún no hayas terminado el año, que estés apunto de ser una persona libre, que estés a un paso de poder montarte tu propia hoguera de San Juan (algo tardía) alimentada por apuntes de español, lingüística etc. y te preocupes de estudiar chino???!!!

Bromas aparte, en mi post anterior comentaba que por lo general, los estudiantes de traducción y los propios traductores “somos personas bastante curiosillas”. Esta escena, absoluta y totalmente verídica, es un ejemplo de ello, y apostaría cualquier cosa a que más de uno de los que estáis leyendo esto ahora os sentís identificados con ella.

¿Qué nos pasa cuando acabamos el curso? ¿Qué nos pasa que sentimos el impulso de cubrir esas horas de libertad que tanto nos merecemos por alguna actividad en parte didáctica y en parte lúdica? ¿Qué nos pasa que no podemos estar echados en una tumbona disfrutando de la brisa del mar sin estar escuchando un CD de chino, turco, ruso, árabe…?

En todo esto ocupan un lugar especial los famosos cursos de verano que ofertan las Universidades para los meses estivales. Los hay sobre todo y para todos los gustos. Desde “la vida cotidiana en la Andalucía medieval” hasta “tácticas para vender un guión con eficacia” pasando por “a la búsqueda del Clown: un curso intensivo de payaso”*. Como os decía, los hay para todos los gustos.

Estoy segura de que todas las Universidades ofrecen este tipo de cursos, así que adelante a todos aquellos que vayáis a añorar las aulas este verano y a los que no también, pues hay cursos que realmente merecen la pena, y que, aunque no estén relacionados directamente con la traducción, abarcan otros sectores como el de los negocios o el de la informática muy importantes y necesarios para nuestro campo profesional. Sin embargo, de todos, los cursos “estrella”, por llamarlos de alguna manera, son, sin duda, los cursos de idiomas y los que se imparten en el extranjero aún más.

La mayoría coincidiréis conmigo en que, desde hace algunos meses, los tablones de anuncios de nuestras facultades rebosan carteles con ofertas de cursos en el extranjero, y en que muchas academias de idiomas hacen el agosto con este negocio; si bien hay que tener mucho cuidado con algunos, pues no es oro todo lo que reluce, otros son bastante buenos e interesantes.

De aquí me gustaría resaltar la ayuda para cursos y estancia en el extranjero durante los meses de verano que el Ministerio de Cultura y Ciencia otorga todos los años a miles de jóvenes estudiantes. La convocatoria de este año está cerrada y resuelta, y puede que muchos ya estéis preparando las maletas para partir, pero para los que no hayáis oído hablar de ella podéis encontrar más información aquí.

De los idiomas que se suelen elegir, aparte de los ya típicos como el inglés, el francés etc., se podría decir eso de “para gustos colores” y sobre todo aplicado a aquellos que somos unos enamorados de las lenguas, pues cualquier idioma es bueno, aunque si tiene algún matiz exótico o extraño mejor aún.

En definitiva, el verano se convierte en una época del año en la que los estudiantes, además de descansar y disfrutar un poco más de nosotros mismos y de todos y todo lo que nos rodea, aprovechamos o, deberíamos aprovechar, para hacer o, al menos comenzar a hacer, todo aquello que nos propusimos durante el curso pero que tuvimos que postergar debido a la casi dedicación que requiere esta nuestra carrera. Una vía con la que contamos para empezar a estudiar chino, italiano…; para conocer las famosas ciudades de Cambridge y Oxford; para aprender a manejar ese programa que dentro de poco nos servirá etc, son los famosos cursos de verano.

Espero disfrutéis todos de vuestro verano, estéis haciendo lo que estéis haciendo, y estéis donde estéis, y a todos los que estéis estudiando aún, mucha suerte y ánimo.


¡Un saludo!

Inmaculada Prieto

* Estos cursos, elegidos como ejemplo, pertenecen a los cursos de verano de la Universidad de Córdoba que podréis encontrar aquí, además de muchos otros. Para obtener información sobre los cursos que se imparten en otras Universidades, echad un ojo a sus respectivas webs o pasaos por vuestra facultad donde seguro os informarán al respecto.

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sábado, 23 de junio de 2007

El traductor prepotente (II): orígenes y ascenso

El intenso debate que ha causado el artículo anterior me anima a continuar discutiendo la cuestión de la prepotencia, no ya de los traductores profesionales, sino de algunos de los que aspiran a serlo. Creo que es interesante discutir sobre las causas del origen de este fenómeno (a pesar de que me cueste más enemigos, aunque uno más no importará a la hora de la caída :D). Por tanto, iniciemos el diagnóstico diferencial:

En primer lugar, y sin lugar a dudas, las notas son una de las causas más importantes del origen de la prepotencia entre los estudiantes de TeI. No sólo se necesita una nota de corte bastante elevada para acceder a la titulación (comparable en muchos casos con la que se precisa para acceder a titulaciones como Medicina o Arquitectura), sino que dentro de la titulación, el ritmo de trabajo es bastante salvaje, pues se trabaja con compañeros que tienen, en general, un nivel de conocimientos superior a la media. La competitividad desgasta, y mucho. En este contexto, puede optarse por el “vale todo” y usar todo tipo de medios para conseguir una matrícula, que sirve en determinados círculos como elemento de valoración social, e incluso para algunos, de motivo con el que valorar a otros como inferiores o menos válidos.

En segundo lugar, la titulación de TeI ha ganado prestigio en los últimos años. Se ve como algo “cool” ser estudiante de esta licenciatura, sobre todo, por sus altos índices de inserción laboral, de nuevo por las dificultades para acceder a ella, y por último por diferenciarse con muchas de sus compañeras de letras (en el sentido en que TeI se asemeja más a una ingeniería que a una filología, por ser de carácter más técnico que teórico). Asimismo, se asocia cierto glamour a la profesión (y si no, haced la prueba cuando os pregunten a qué os dedicáis: decid a unos que sois filólogos, y a otros traductores. Si alguien contesta “Filólogo, ¡que grande!”, enviadme sus datos para mandarlo a un psiquiátrico :D).

En tercer lugar se da, no sólo en nuestra titulación, sino en la universidad española en general, un alto grado de desconexión entre la vida universitaria y la vida laboral. Es decir, mientras se está en la universidad, todo se limita a conseguir buenas notas. Algo que es relativamente simple, pues sólo precisa estudiar, algo que cualquiera puede hacer. Sin embargo, una vez se ingresa en el mundo laboral y se consigue el primer trabajo, se advierte como las reglas que rigen el funcionamiento del mundo son muy diferentes. En una empresa, el más valorado no es necesariamente el que tuvo más matrículas en la universidad, sino quien produce un trabajo de calidad, eficiente y eficazmente, llevando a cabo una labor de equipo basada en el compañerismo. Quien se haya dedicado durante cuatro años a alzarse por encima de sus compañeros de clase, probablemente lo tendrá difícil para entrar en este esquema de trabajo.

Finalmente, y complementando lo anterior, las intrigas palaciegas departamentales, y en general los oscuros asuntos universitarios en materia de política interior, tienden a favorecer a estos “compañeros”. Ante la falta de integración con los compañeros que se da en muchos casos, el estudiante prepotente tiende a convertirse en lo que conocemos vulgarmente como “pelota” o “trepa”. Cuando el peloteo se da con la complicidad de algunos docentes (afortunadamente, cada vez menos), estos estudiantes tienen la oportunidad de continuar un modelo de conducta que eventualmente finaliza convirtiéndolos en profesionales aislados del resto de la comunidad, en una profesión en la que creo la colaboración es mucho más positiva que el individualismo.

¿Qué opináis? ¿La carrera vuelve prepotente a algunas personas? ¿Es una cuestión de personalidad o de entorno? ¿Es una tendencia que crecerá en el futuro?

Un saludo (y suerte en los exámenes).

Oliver Carreira

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jueves, 21 de junio de 2007

Impresiones de un futuro universitario (IV)

¡Aquí estoy de nuevo! Pero esta vez libre como un pajarillo.
Esta mañana me examiné de mi última asignatura en selectividad: química. Cuando llegué a las 8:45 al instituto los nervios habían desaparecido, no por nada referente a la propia asignatura, sino porque era el último examen, y ya conocíamos todo el procedimiento. A partir de las 10:30 podría irme a casa y no tener que depender de unos malditos apuntes...¡Qué alegría! Entré en el salón de actos tras oír mis apellidos una vez más... "Marín Marín". Y allá que iba yo con la calculadora, el DNI y la etiqueta en la mano; y todas esas fórmulas y números imprescindibles en mi cabeza. Ni siquiera entré asustada, ni pidiendo a uno de mis dioses que pusieran esas cuestiones que repasé la noche anterior...me senté tranquila y esperando que llegara la hora justa para ponerme manos a la obra.
Los murmullos y comentarios de alrededor me empezaron a desesperar: "Oye, que no tengo ni idea de formulación, a ver si me echas una mano"-pedían unos a otros. Intentaba evitar escucharlos, pero eran demasiados, así que se convirtieron como en una gran voz que decía: "¡Empieza a ponerte más nerviosa MªJosé, que es uno de los exámenes más importantes para ti en selectividad!" ¡Lo consiguieron! Hasta que me vi con el examen delante pasé un mal rato, pero me calmé en seguida.
Todo acabó cuando salí por la puerta del salón de actos. Tras los comentarios típicos del examen entre compañeros, me marché a casa. No sabía si volverme a acostar, escuchar música o leer la propaganda del correo del día. Desde luego, los apuntes los dejaría de lado.
Ahora, tras haber respondido de igual modo a cada una de las llamadas de la tarde, me planteo la organización de estos días siguientes. ¡La prioridad será descansar!Y la semana que viene preparé las cosas necesarias para mi viaje a Francia. ¡Menudas vacaciones!
¡Os deseo felicidad a todos y suerte con los exámenes!
MªJosé.clari
¡Casi universitaria!

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martes, 19 de junio de 2007

Impresiones de un futuro universitario (III)

Parece como si el tiempo haya pasado volando. Las siete horas que he estado metida dentro de esas aulas con paredes verdes se han pasado rapidísimo. Nada de sorpresas en los exámenes, aunque más de una cara triste a la salida, incluida la mía. La indecisión me ha hecho gastar parte de ese valioso tiempo; lo pagaré caro.
Llegamos a eso de las ocho de la mañana. Había muchas caras desconocidas, lo que acrecentó nuestro nerviosismo, pero parece que poco a poco se fue tranquilizando la cosa. Todo el año preparándonos para estas pruebas, y todo acaba tan rápido, que te planteas si ha merecido la pena. En fin, quizás si no te hubieras esforzado te lamentarías. Para mí, lo peor viene después de los exámenes; todo el mundo te pregunta qué tal te ha ido, si has puesto los apuntes del profe, o si has comentado el texto tal y como lo dijo la profe de lengua. Una vez hechos los exámenes, se acabó todo. Hecho queda, por mucho que analicemos ahora no vamos a conseguir nada.
Es difícil salir satisfecho de un examen, y más cuando has tenido otro media hora antes y al cabo de dos horas tendrás otro. ¡Es agotador! Esperemos que se cumpla todo lo que nos han ido diciendo durante este curso: “selectividad es para ver las ideas generales del alumno, en ningún caso hay que profundizar mucho”. En cualquier caso, es bueno dar repasos a las asignaturas, vamos, lo que se llama “volver a estudiar todo de nuevo”. Aunque una cosa sí es importante: intentar abarcarlo todo como la primera vez es imposible, pues a parte de que no tienes tiempo para ello, no es lo que te exigen en selectividad, así que…¡a la aventura!
Acabo ya, pues me queda aún dar un último repaso a biología. Es una de las asignaturas más complicadas de ciencias de la salud, no por su complejidad, sino por la cantidad de materia que hay. Espero que a los que estéis de exámenes en la universidad os vaya bien. ¡Espero verme el año que viene en esa situación! Felicidad

MªJosé.clari
¡Casi universitaria!

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lunes, 18 de junio de 2007

Firmas (Traducción Audiovisual)

Parece ser que quieren implantar una FP de
traducción audiovisual y subtitulado.

"Un profesional de FP sale más barato que uno formado en la
Universidad"

Yo ya he firmado...
http://www.firmason line.com/ 1firmas/camp1. asp?C=675

Guadalupe Muñoz.-

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Postgrados (II)

Segunda parte de los postgrados de Traducción e Interpretación. En esta ocasión, para estudiar fuera de España, principalmente países francófonos. En las distintas universidades también se ofrecen otros cursos de TeI, no sólo postgrados.

Y además, un postgrado virtual en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) e información extensa sobre todo tipo de cursos de TeI virtuales y a distancia.


Ecole d'Interprètes devient l'Ecole de Traduction et d'Interprétation (ETI)

Université de Genève

http://www.unige.ch/eti/


Institut supérieur de traducteurs et interprètes (ISTI)
Haute École de Bruxelles.

Traduction et industries de la langue

http://www.heb.be/isti/desstil.htm


École Supérieure d’Interprètes et de Traducteurs (ESIT)

Université Paris III – Sorbonne Nouvelle.

Master d'Interprétation et Master de Traduction

http://www.univ-paris3.fr/esit/inscriptions.html


Haute Ecole Léonard de Vinci

http://www.ilmh.be/content/view/65/142/


Université Paris 7 - Denis Diderot

http://www.univ-paris-diderot.fr/formation/findform.php?nom_mention=traduction


Université Stendhal - Faculté de Lettres de Grenoble

http://www.u-grenoble3.fr/MTPTSPE/0/fiche_02__formation/


Université Paris X Nanterre

http://www.u-paris10.fr/MP01001/0/fiche___formation/


Por ultimo, un curso virtual. En TeI en Canadá (II) se pedía información sobre cursos de Postgrado virtuales. Parece muy interesante el Posgrado de Traducción Audiovisual Virtual (PTAV).

Universidad Autónoma de Barcelona (UAB)

http://www.fti.uab.es/onptav/indexcast.htm


Y para una información más extensa sobre cursos a distancia y virtuales:

http://www.translationdirectory.com/article1059.htm


¡Un saludo a tod@s!

Guadalupe Muñoz.-

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jueves, 14 de junio de 2007

¿De donde viene y adonde va la licenciatura de T&I?

Hoy me voy a salir un poquito de tema de la historia de los estudios para ampliar los comentarios sobre los estudios de máster en TeI. Antes de nada, quería hablaros sobre el navegador Colón. Para los que no lo conocéis, recoge toda la oferta de formación de postgrado en España (tanto homologada como titulaciones propias). Aquí tenéis el vínculo, para que podáis curiosear.

Como ya adelantaba en el post anterior, ahora mismo conviven en España:

- Másters de titulación propia de las Universidades (no homologados) y Cursos de Experto de titulación propia

- Másters homologados según el Espacio Europeo de Educación Superior.

Vamos a hacer un rápido repaso a algunos de estos másters. Podemos distinguir entre dos tipos de subcategorías:

- Los másters de investigación (antiguos doctorados) que en su mayoría ya están homologados o en proceso de homologación

- Los másters profesionales (entre los que hay pocos homologados aún)

Y por otro lado:

- Los másters para personas sin formación en traducción e interpretación

- Los másters de especialización en traducción e interpretación, para gente con una base previa.

Vamos a analizar algunos casos, para poder entender con ejemplos qué tipo de máster se oferta.

Dentro de los másters de investigación (doctorado), podemos mencionar el Máster Oficial de Investigación en Traducción e Interpretación de la UGR. Es el resultado de la fusión de los dos programas de doctorado previamente existentes (Doctorado Traducción, Sociedad y Comunicación y Doctorado Procesos de Traducción e Interpretación), ambos con mención de calidad del Ministerio de Educación y Ciencia (una certificación de calidad para investigación). Tiene perfil investigador y conduce al título de Doctor por la Universidad de Granada. Es importante resaltar que en este tipo de máster NO SE ENSEÑA A TRADUCIR/INTERPRETAR. Sino que se profundiza en el estudio de teorías y métodos para la investigación en traductología, didáctica, interpretación, cognición, etc. Cuenta con profesorado de prestigio de cinco universidades nacionales y europeas (UGR, UJI, Universität de Leipzig (Alemania), UMA, UAB, la Escuela de Traductores de Toledo, la UCLM) así como la empresa SDL International. Participan profesores de prestigio internacional como Christiane Nord, de la Faschhochule Magdeburg, Gerhard Budin, de la Universidad de Viena o Dorothy Kelly de la UGR, por citar solo algunos nombres conocidos. Se ofrecen entre 30 y 40 plazas al año y la selección es por méritos académicos y profesionales. Aquí tenéis el enlace:

Otro máster de reciente homologación y con algunos años de tradición, es el Máster en Traducción Médica de la UJI. Está dirigido por Vincent Montalt (tuve ocasión de estar unas charlas que dio este profesor en la UGR y me encantaron). Este máster se imparte a distancia. No va dirigido únicamente a licenciados en TeI, sino también a personas en posesión del título de grado o licenciatura en Filología, o en Medicina, Farmacia, Biología, Enfermería y otras ciencias afines, y que tengan un nivel avanzado en las dos lenguas de trabajo: inglés y español. En este caso, no me queda del todo claro, si tras la homologación, este máster es más bien de tipo investigador o de tipo profesional y al consultar el programa, veo que incluye contenidos en ambas direcciones. Al ser el acceso más abierto para gente de perfiles que no son específicamente de traducción, entiendo que aquí SÍ ENSEÑAN A TRADUCIR.

Otro modelo de máster, serían los Master en Traducción y Localización Inglesa de la URV y el Máster en tradumática, localización y traducción audiovisual de la UAX. En ambos casos se trata de másters de claro corte profesional. Aún están en proceso de hologación. Estos másters suelen ir dirigidos a personas que ya tienen una base de traducción y que lo que pretenden es ahondar en competencias más específicas (informáticas, de gestión de proyectos, etc.).

Aquí he seleccionado algunos ejemplos de máster, aunque hay muchos más. Quería dar una serie de orientaciones a la hora de elegir un máster. Se debe tener en cuenta:

  • Si es oficial/homologado o es titulación propia: no tiene relevancia en cuanto a la calidad de la formación, pero sí en cuanto al reconocimiento.
  • Si es homologado, el precio del crédito tenderá a ser más barato que si es un máster o curso de experto no homologado.
  • Quién organiza el máster. Quién participa. Quién da clase. Es muy importante para poder analizar la calidad de la formación.
  • Si está diseñado para enseñar a traducir o competencias específicas o si está diseñado para investigar sobre la traducción.
  • Si va dirigido a gente con una base de traducción o a gente que quiere aprender a traducir desde cero o casi cero.
  • Comprobar valoraciones de antiguos alumnos o alumnos presentes en google.
  • Comprobar prestigio. Así, por ejemplo, un máster como el de Limerick de Localización, avalado por LISA (Localization Industry Standards Association) o un máster de eseñanza de español para extranjeros, avalado por el Instituto Cervantes, o un máster en Interpretación avalado por la red EMCI de la Unión Europea, siempre tendrán garantías de reconocimiento.

Saludos a todos

ECE

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domingo, 10 de junio de 2007

Mi vida sin mí: enseñanza bilingüe

Las personas bilingües me dan una envidia terrible. Supongo que a todos los estudiantes de idiomas les pasará lo mismo. Claro, es que tú te pasas X años estudiando un idioma extranjero como una loca y de pronto aparece un niño canijo que sabe más que tú. Uf, dan ganas de estamparlo contra el suelo. Además, también existen los típicos casos de personas cuyo padre es alemán, su madre japonesa, han vivido en Inglaterra diez años, en Barcelona otros diez y acaban sabiendo cinco idiomas, si no más. Pues vale, mis padres son de Madrid y en Madrid he vivido toda mi vida, así que ¡hala! a esforzarse.
Quizás por esto, por la capacidad de los niños pequeños para aprender idiomas (envidia, envidia, envidia), la Comunidad de Madrid (y otras también, supongo) ha implantado y está implantando programas bilingües en colegios públicos. No he encontrado mucha información en Internet, pero creo recordar que se trata de que algunas asignaturas se imparten en inglés y otras en español. Y yo ahora me pregunto: si todos los niños se nos vuelven bilingües, ¿para qué van a querer traductores? PELIGRO, PELIGRO. Con un poco de suerte la formación en el idioma extranjero es tan pobre como he oído y no nos dejan en paro. Me estoy refiriendo sobre todo a los traductores de inglés porque casi todos los centros bilingües enseñan en este idioma, así que los demás estáis salvados.
Por una parte pienso que genial que los niños aprendan perfectamente otro idioma. Si yo tuviera hijos eso seria lo que querría para ellos. Por otra parte pienso, bueno, lo que he dicho antes, que no quiero quedarme en paro. De todas formas, dudo bastante de que los niños de estos colegios salgan bilingües de verdad (tengo poca fe en la enseñanza pública), más bien creo que adquirirán un nivel de idioma muy bueno, lo que también está bien. De este modo, las generaciones futuras seguirán necesitando traducciones de libros y audiovisuales puesto que el ser humano es vago y prefiere leer algo en su idioma que entienda bien a esforzarse en entender otra cosa en otro idioma que también domina pero no perfectamente (aunque esto implique el beneficio de aprender más). Yo misma los libros originalmente publicados en inglés me los leo en inglés, y las series americanas me las escucho también en original, pero algunas veces tengo unas ganas de leer y escuchar todo en mi idioma que no puedo con ellas. Pero bueno, me resisto porque sé que tengo que aprender mucho para dejar mal a esos niñatos bilingües prepotentes de seis años.

Así que, si la enseñanza bilingüe genera personas bilingües de verdad, ¿qué hacemos? ¿Saboteamos esos colegios (y los privados también, por qué no)? ¿O aceptamos la realidad y nos ponemos a estudiar otro idioma que no sea inglés (como chino, por ejemplo, que todo el mundo sabe que es la lengua del futuro)?
Habrá que reflexionar.

Ya termino este artículo. Un poco corto hoy, pero es que tengo que estudiar. Y encima he pillado un catarro… en junio, parece que lo hago aposta.

Irene Igualada Baeza

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miércoles, 6 de junio de 2007

El acto de graduación (II)

Bueno, aquí estoy, vivita y coleando después del acto de graduación de la X Promoción de Traducción e Interpretación de la Universidad de Vigo. Y vaya a acto, pareció sonrisas y lágrimas.


Cuando llegas con tus padres junto a tus amigos se produce una situación violenta. Cada uno en su sitio… “Hola…” “…Hola…” Miradas furtivas y sonrojado. Hasta que llegue un colega menos tímido que te presenta a sus padres y comienza todo el proceso de la presentación. Los padres empiezan a hablar entre ellos y la situación se relaja un poco. Pero la sonrisa pícara que tienes al ver a tus colegas disfrazados y maquillados no se te borra hasta entrar en el salón de actos, ¡jejejeje!


Comienza el acto. Hay que sentarse por orden alfabético… ¡qué putada! Lejos de los colegas… ¡Me cagüen…! No pasa nada, haces el esfuerzo, total sólo serán unas dos horas y siempre hay alguien conocido en las cercanías. Comienza el decano a hablar. Unos cuantos chistecitos de vez en cuando que todos reímos y pasa a hablar el padrino que “todos” elegimos en su momento. Ese ya mete más chistes en su discurso, porque (y no quiero meterme con nadie, que al fin y al cabo mola más con los chistes) hay que caer bien a los papis y agradar a los alumnos. Al acabar hablan los representantes de los alumnos. Ahí saltan las lágrimas al recordar los buenos y los malos momentos que pasamos todos… Sniff! Yo lloré, y volvería a hacerlo. Finalmente, la gran idea de poner una presentación con fotos de todos nosotros en la uni… Otra vez a llorar… Qué bonito era. Y por fin llega el momento de la entrega de los diplomas provisionales y de las bandas. El instante más deseado por todo estudiante desde el momento en el que pone los pies en la facultad… Inolvidable… Y no nos olvidemos de la sesión fotos todos juntos con los diplomas y las bandas… y todos guapos.


La cena es, sinceramente lo mejor. Para qué negarlo, siempre nos sentamos por grupitos, es normal, no nos vamos a sentar con la gente que nos cae mal. Se echan unas risas tremendas, claro como estás algo achispad@ y te puedes meter con los profes ahora que has acabado la carrera, aprovechas. Y si encima te ponen crema de orujo, aguardiente, aguardiente de hierbas y licor café… ¡Los que conocen estos brebajes saben de lo que estoy hablando! Añadamos a eso la copa gratis en el pub de turno… es una noche movida. Pero lo que nunca pensé que pasaría fue que nos encontráramos con tres jugadores del Real Madrid de juerga por Vigo… Eso ya fue la repanocha, aunque no los saludamos, entre otros motivos porque ninguno de nosotros es del Madrid, más bien todo lo contrario.


Fue un día maravilloso a pesar de ser también algo triste, pues es cuando realmente te das cuenta de que se ha acabado, de que la vida que llevabas, los amigos y las juergas que pasabas en la facultad con ellos se fueron. Que aunque lo hayas pasado mal y que esos cinco o cuatro años hayan parecido eternos, en realidad han pasado volando. Dejas atrás a tus compañer@s de piso o de residencia, es cierto que conoces a un montón de gente de todas partes y que podrás ir a visitarlos (lo que supone unas vacaciones económicas), pero no será lo mismo. Personalmente, ahora tengo la sensación de que me falta algo, de que he pasado la mejor parte de mi vida en Vigo (y lo dice una chica que ha tenido que medicarse por el estrés). Disfrutad de la experiencia, es única y es lo mejor que le puede pasar a una persona. Una amiga me dijo la noche de la graduación que “los mejores amigos se hacen en la Universidad”. Es totalmente cierto. Voy a extrañar hacer parte de la X Promoción de Traducción e Interpretación de la Universidad de Vigo.


Sniff…

Vanessa

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domingo, 3 de junio de 2007

Vademécum del traductor (por Ricard Lozano)

Ha llegado Junio, y muchos de nuestros compañeros se incorporarán en breve al mercado laboral como Licenciados en Traducción e Interpretación. Para todos vosotros (a los que os envidiamos sanamente) va dirigido este documento, que seguro os ayudará en la incorporación al mercado laboral, y os servirá en momentos de desánimo (el temido “y ahora qué” que sigue a la entrega del título).

Vademecun del Traductor

Me he permitido linkearlo desde la magnífica web de Ricard Lozano, traductor de amplia experiencia y profesor universitario. Un saludo y a disfrutarlo.

Oliver Carreira

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sábado, 2 de junio de 2007

Los derechos de autor del traductor

Como escuchamos a menudo, es importante para el traductor respetar la obra original que se traduce, básicamente porque así se encuentra recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la siguiente manera: “Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora”.

Al tratarse los textos literarios y científicos de la obra intelectual de una persona, se protege con los “derechos morales” o “no patrimoniales”, que dicha obra deba ser respetada, y que no se pueda alterar o deformar aun a título de propietario, además de que por supuesto, el autor puede oponerse a cualquier cambio.

Obviamente esto influye de forma determinante en el trabajo de los traductores, ya que en realidad una traducción libre, por ejemplo, no sería fiel al original, y por lo tanto no sería consecuente con la ley. Así que teniendo siempre en cuenta el sentido del texto original, debemos hacer una traducción lo más fiel posible a este.

Por otro lado, ¿qué pasa con los derechos de autor de los traductores sobre sus traducciones? La ley reconoce la propiedad intelectual de los traductores, otorgándoles la condición de autor, sin perjuicio de los derechos del autor original. También dice, que en caso de no proporcionarse el nombre del traductor, de ocultarse su identidad, o de copia de una traducción ajena, se está atentando contra los derechos legales del traductor real.

Si atendemos al Código Civil, Ley de la Propiedad Literaria y Artística, queda bien definido el papel del traductor en la traducción tanto de obras que pertenecen al dominio privado como en las que no. En el primer caso la traducción deberá realizarse conforme a las limitaciones que el autor haya establecido, y en el segundo, el traductor sólo tendrá propiedad sobre su versión, y no podrá oponerse a que otros la traduzcan.

Parece importante apuntar algunos de los casos en los que podría considerarse que existe falsificación, como por ejemplo, en los antes citados casos de omisión del nombre del autor o traductor, cuando no existe consentimiento por parte del autor para realizar la traducción, o cuando no existe autorización para cambiar el título de la obra y suprimir o variar cualquier parte de ella.

En consecuencia, debemos tener cuidado con la traducción libre, ya que además de algunas críticas, también nos puede acarrear una demanda por falsificación, y debemos ser respetuosos al máximo con la obra del autor, ya que se le reconoce este derecho como parte de los más básicos. Empecemos nuestra formación en traducción, o el ejercicio de ésta, siendo fieles y consecuentes con nuestro trabajo, para que se nos considere desde el principio como profesionales serios y fiables.

¡Un saludo!

Yaiza Rojas

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