sábado, 23 de junio de 2007

El traductor prepotente (II): orígenes y ascenso

El intenso debate que ha causado el artículo anterior me anima a continuar discutiendo la cuestión de la prepotencia, no ya de los traductores profesionales, sino de algunos de los que aspiran a serlo. Creo que es interesante discutir sobre las causas del origen de este fenómeno (a pesar de que me cueste más enemigos, aunque uno más no importará a la hora de la caída :D). Por tanto, iniciemos el diagnóstico diferencial:

En primer lugar, y sin lugar a dudas, las notas son una de las causas más importantes del origen de la prepotencia entre los estudiantes de TeI. No sólo se necesita una nota de corte bastante elevada para acceder a la titulación (comparable en muchos casos con la que se precisa para acceder a titulaciones como Medicina o Arquitectura), sino que dentro de la titulación, el ritmo de trabajo es bastante salvaje, pues se trabaja con compañeros que tienen, en general, un nivel de conocimientos superior a la media. La competitividad desgasta, y mucho. En este contexto, puede optarse por el “vale todo” y usar todo tipo de medios para conseguir una matrícula, que sirve en determinados círculos como elemento de valoración social, e incluso para algunos, de motivo con el que valorar a otros como inferiores o menos válidos.

En segundo lugar, la titulación de TeI ha ganado prestigio en los últimos años. Se ve como algo “cool” ser estudiante de esta licenciatura, sobre todo, por sus altos índices de inserción laboral, de nuevo por las dificultades para acceder a ella, y por último por diferenciarse con muchas de sus compañeras de letras (en el sentido en que TeI se asemeja más a una ingeniería que a una filología, por ser de carácter más técnico que teórico). Asimismo, se asocia cierto glamour a la profesión (y si no, haced la prueba cuando os pregunten a qué os dedicáis: decid a unos que sois filólogos, y a otros traductores. Si alguien contesta “Filólogo, ¡que grande!”, enviadme sus datos para mandarlo a un psiquiátrico :D).

En tercer lugar se da, no sólo en nuestra titulación, sino en la universidad española en general, un alto grado de desconexión entre la vida universitaria y la vida laboral. Es decir, mientras se está en la universidad, todo se limita a conseguir buenas notas. Algo que es relativamente simple, pues sólo precisa estudiar, algo que cualquiera puede hacer. Sin embargo, una vez se ingresa en el mundo laboral y se consigue el primer trabajo, se advierte como las reglas que rigen el funcionamiento del mundo son muy diferentes. En una empresa, el más valorado no es necesariamente el que tuvo más matrículas en la universidad, sino quien produce un trabajo de calidad, eficiente y eficazmente, llevando a cabo una labor de equipo basada en el compañerismo. Quien se haya dedicado durante cuatro años a alzarse por encima de sus compañeros de clase, probablemente lo tendrá difícil para entrar en este esquema de trabajo.

Finalmente, y complementando lo anterior, las intrigas palaciegas departamentales, y en general los oscuros asuntos universitarios en materia de política interior, tienden a favorecer a estos “compañeros”. Ante la falta de integración con los compañeros que se da en muchos casos, el estudiante prepotente tiende a convertirse en lo que conocemos vulgarmente como “pelota” o “trepa”. Cuando el peloteo se da con la complicidad de algunos docentes (afortunadamente, cada vez menos), estos estudiantes tienen la oportunidad de continuar un modelo de conducta que eventualmente finaliza convirtiéndolos en profesionales aislados del resto de la comunidad, en una profesión en la que creo la colaboración es mucho más positiva que el individualismo.

¿Qué opináis? ¿La carrera vuelve prepotente a algunas personas? ¿Es una cuestión de personalidad o de entorno? ¿Es una tendencia que crecerá en el futuro?

Un saludo (y suerte en los exámenes).

Oliver Carreira

46 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues casi, casi que me dan ganas de decir que qué alivio que no conozco la universidad que describes. En 1980, cuando empecé en la universidad, tenía varios compañeros tontos y muchísimos encantadores. Nos prestábamos apuntes, salíamos juntos, convivíamos. :) Me da pena lo que describes.

P.

Olli Carreira dijo...

No es una mayoría aplastante, pero hace bastante daño en el conjunto de los estudiantes en general. Lo más jodido de todo es el mal rollo que se ha llegado a ver por cuestiones realmente absurdas.

Anónimo dijo...

Hombre, tampoco creo que la carrera haga prepotente a alguien que no lo era antes. Es cierto que hay mucha competencia y mucha gente con la que es insoportable hablar por el tono que pone, pero la verdad es que con el tiempo te das cuenta de que por mucha nota que tengas en Bachillerato y Selectividad no tienes por qué traducir/interpretar todo lo esperable.

Hay mucha gente que entró en septiembre que es muy eficiente y gente que es súper empollona que no sabe aceptar un error. Y la empresa lo que haría sería echarte a la calle. Por eso me parece bien que cierto profesor de mi facultad nos casque un 2,5 al llegar a cuarto después de traducir como negros para saber lo que vale un peine antes de salir al mercado. Sólo los que valen y se esfuerzan llegan a sacar buena nota al final de la asignatura.

Yo siempre he estado en horario de tarde y la verdad es que en general siempre ha habido buen rollo a pesar del alto nivel que tiene la gente, sobre todo de la lengua B. Y ahora que en cuarto estoy entre mañana y tarde por las optativas de traducción, sigo diciendo que hay muy buen rollo y que el nivel en general es muy bueno :)

Anónimo dijo...

Yo he visto a algunos prepotentes en mi facultad, pero han sido muy pocos. Contados con los dedos de una mano.
Imagino que estás en la Facultad de Granada. Quizá allí sea todo más salvaje porque se la considera como la mejor facultad de España y la gente se peleará por entrar ahí.

Anónimo dijo...

Yo sí que los he visto, por desgracia abundan demasiado en mi facultad, además los que más sobresalen son los que tienen apellido sonoro y rimbombante y si a eso le añadimos factores políticos del estilo de: yo soy del PNV y tengo más ventajas, pues de sobra es conocido que para beneficiarte de muchas cosas hay que afiliarse, ni te cuento....

Anónimo dijo...

En mi facultad también hay algún prepotente, pero retomando algunas ideas sueltas que leí en los comentarios, quería decir unas cosillas que he observado en los cinco años de carrera.

Primero, yo creo que lo de prepotentes se debe, en parte a la adolescencia que tiene ahora los jóvenes (y yo tengo 23 años). Cuando yo era pequeña, no nos metíamos en casa todo el día con las consolas o el ordenador y eso hacía que nos relaciónasemos más con otros. Eso puede ser un motivo por el que ahora la peña se vuelva más competitva.

Finalemente, estoy de acuerdo que los que son prepotentes en la uni es porque lo eran ya antes. Y los empollones, siempre fueron empollones (no me parece mal), lo que sí me parece peor son los pelotas... sin comentarios, pero ya lo serían antes de la uni tmb.

Yo tengo una mínima experiencia en el mundo laboral y os puedo decir que lo que tienen en cuenta ahí fuera es cómo lo haces (y la experiencia!!! Suelen pedir 3 años de experiencia!!!...), a mí nunca me pidieron el expediente universitario...

Anónimo dijo...

En mis años en universitarios he tenido siempre buenos compañeros y siempre nos hemos ayudado unos a otros. Pero, como en todos los sitios, había gente que se creía superior. Aunque quizás sí es cierto que la densidad de gilipollas por metro cuadrado es mayor en las carreras más difíciles.

Anónimo dijo...

Yo no creo que, por lo que he comentado con compañeros de otras facultades y especialidades, los estudiantes de TeI estemos más predispuestos a la prepotencia. ¿Existen prepotentes? Sí, y muchos. Pero no creo que TeI sea un paraiso de la prepotencia, donde todos aquellos desalmados, con ciertas carencias de actividad social, encuentren su hábitat perfecto para desarrollar todas sus malas artes.
En cuanto a las razones que aporta Olli, la verdad, no me quedan demasiado claras. No creo que la nota de corte sea tan determinante. Me da muchísimo coraje que a la gente que saca buenas notas por su esfuerzo, inmediatamente se las tache de competitivas y malas compañeras, y se conviertan en víctimas de reproches injustificados por estudiar y sacar sus asignaturas adelante. No deja de ser, en mi opinión, un argumento bastante facilón y ciertamente demagógico.
Y también tengo mis dudas o no entiendo qué tiene que ver que la carrera sea “cool” con la competitividad.

Saludos,
Chickenlittle
(Nusé porq lechuguines no puedo acceder a mi cuenta¬¬)

Olli Carreira dijo...

Me explico, cuando digo que unas notas más altas o que tal y pascual son causas que contribuyen a que alguien pueda ser prepotente, quiero decir que pueden serlo, no que por tener notas altas tengas que ser un imbecil. Simplemente hablo de generalidades, y siempre desde el principio de que la mayoría de la gente es maja y sana. Pero puestos a analizar factores, creo que los que he comentado suelen aparecer en la gente que tiende a ser más prepotente (es algo similar a que la gente de los colegios bien suele ser un poco más pija, aunque no quiere decir que todos tengan que serlo).

No te preocupes por lo de la cuenta chickenlittle :)

Saludos

Olli

Anónimo dijo...

jaajaja Vale, de acuerdo. Comprendido. Es que no me gustan nada las generalizaciones, porque me parecen super (¿qué quieres que le haga? soy chico de colegio oh yeah) injustas y absurdas. "Las rubias son tontas" no me vale (aunque en ocasiones ciertamente se cumpla :P).

(Nusé q hacer con mi cuenta! Seré pollo libre, pastando por estas tierras desde el más absoluto anonimato...)
Saludos

Olli Carreira dijo...

Lo de las generalizaciones es horrible, sobre todo con las rubias! Todo el mundo sabe que la mitad de las rubias de Córdoba son teñidas XD. Además, como dijo Murphy, la población mundial permanece constante, pero la estupidez crece exponencialmente XD

Anónimo dijo...

El Murphy ese era un fumao. No hay otra cosa mejor que pueda explicar sus pajas mentales, elevadas por la sociedad a verdades universales. En fin, espero que las rubias de bote (...) cordobesas no persigan convertirse en unas estúpidas. En cualquier caso, sí que nos podríamos quedar con esta generalización.¡ Al fin y al cabo, las españolitas no salen tan mal paradas! Y claro siempre les quedará pensar, cuando vean a la sueca con mirada bovina de turno, seduciendo al machito cabrío español en cálida tarde de playa, "bah, total la pobre es un poco lerda, no sabe hacer otra cosa". xD

Chicken

Olli Carreira dijo...

Digan lo que digan, las suecas son claramente superiores XD. El mito viene de que no había huevos de ligárselas :D

Anónimo dijo...

Definitivamente, las cosas han cambiado mucho.

Eso que dices del "glamour" y de que la traducción se ve como algo "cool" es totalmente nuevo para mí.

Yo, cuando me presento a alguien y le digo que soy traductor, me miran con cara de "pobrecito". Es como si pensaran que es un trabajo que hago de forma temporal mientras me sale un trabajo "de verdad". O eso, o directamente piensan que soy un inmaduro sin aspiraciones en la vida.

Por otro lado, la mayoría de la gente con quien estudié en la facultad y de los que he tenido noticias no se dedican a la traducción. Estuvieron más de 4 años en la facultad estudiando, algunos incluso destacando por sus buenas notas, y ahora trabajan en otros sectores haciendo trabajos no relacionados con la traducción.

Y entre los traductores en activo, muchos parece que crean que trabajar de freelance es lo más bajo que se puede hacer en la vida. Que si no eres Project Manager o jefecillo, no eres nada.

Por eso, me gusta que me digas que ahora se le está dando un aura de prestigio a la carrera. A ver si con el tiempo se reconoce también el prestigio de la traducción en el mundo empresarial.

De traducciones y otras rarezas dijo...

Pues sí que las cosas han cambiado, sí. Yo fui la única de mi instituto en interesarse por esta carrera, mientras que los profes me "sugerían" una y otra vez que me dedicara a la enseñanza...
Hoy en día, los factores que comenta Olli han hecho que los alumnos cambien de perspectiva (ojo, por mi experiencia propia, las empresas no nos siguen considerando profesionales de pleno derecho en muchos casos).
Las altas notas de corte, el glamour y la visión romática de la carrera (somos profesionales que nos pasamos la vida viajando o interpretando en la Unión Europea o la ONU (nótese la ironía)) han hecho mella en los alumnos que eligen carrera, aún no sé si para bien o para mal.

Lo que sí parece cierto es que la carrera ha dejado en parte de ser vocacional. Yo estudié TeI porque quería ser traductora. Ahora se estudia TeI por millones de motivos, y sólo un 5% de los alumnos quieren ser traductores de entrada. El resto quieren estudiar idiomas y ya se verá, quieren ser profesores en colegios bilingües (¿?), quieren viajar, quieren tirar por la vía diplomática, y un largo etcétera.
(Para más información, consultad el artículo de Elisa Clavo y mío propio "Estudiar_Tei_España_def" en http://es.groups.yahoo.com/group/forotraduccion/files/ --> creo que hay que registrarse en el foro para poder verlo)

Yo creo que estas tendencias desvirtuan en cierto modo nuestra profesión (más aún de lo que está). Si la mitad de los alumnos se llevan un gran chasco durante la carrera o al terminarla, ya que los estudios o la profesión no son lo que esperaban, y deciden dejar la profesión para otros y simplemente quejarse, las cosas no pueden ir a mejor.

Al menos espero que sirvan, como apunta Josep, para darnos a conocer un poquito más.
Sin ir más lejos, la semana pasada alguien me dijo: "¿Eres traductora? ¡Qué interesante! ¡Y qué carrera más difícil!".
Me dejó sin palabras...

Olli Carreira dijo...

¿De verdad te dijo eso Eu? Yo la habría dado un beso en los morros :D

De traducciones y otras rarezas dijo...

Pues sí, además un profesional de la rama científica muy erudito...
Me sentí feliz y evité el beso porque me parecía que era de difícil justificación.
Por otra parte, habría quedado en evidencia (parece que alguien valora mi carrera más que yo, XDDD).

Anónimo dijo...

en fin, chorradas varias...

Olli Carreira dijo...

a que te refieres en concreto?

Anónimo dijo...

Yo me licencié hace dos años, en Málaga y, debido a que arrastraba algunas asignaturas y al haberme ido un año entero de erasmus lo hice un par de años más tarde que la mayoría de mi promoción. En mi clase había ese tipo de gente, pero se contaban con los dedos de una mano y no eran más de los que podría haber en cualquier otra titulación. En general, había un ambiente muy bueno y mucho compañerismo entre todos, y nunca había problemas a la hora de pedirnos apuntes o ayudarnos los unos a los otros.
Ahora bien, si que noté, en esas asignaturas "descolgadas" que tuve que dar con cursos inferiores, que esa competitividad de la que hablas se iba acrecentando en las promociones posteriores. Incluso varios de ellos llegaron a comentármelo en alguna ocasión.
De todos modos sigo pensando que esa situación no es algo exclusivo de TeI. Prepotentes los hay en todas las carreras, especialmente en aquellas en las que la nota de corte es mayor y el nivel es más alto, y no por entrar en Traducción se vuelven así, sino más bien es que ya lo son de antes :)

Anónimo dijo...

Me parece que formo parte de ese porcentaje que se mete en la carrera para ser profesor... JEJEJE. Eugenia no entiendo lo de la interrogación entre paréntesis. Pero, ¿qué os parece meterse en TeI para dedicarse a la enseñanza de idiomas?
Rafa Molina

Olli Carreira dijo...

Hola Rafa,

la carrera por sí sola no capacita, en mi opinión, para enseñar. Una cosa es tener la capacidad lingüística, y otra la pedagógica (personalmente, creo que esta segunda es mucho más difícil de aprender). Si combinas traducción con un master en ELE o en enseñanza de inglés/francés/alemán como lengua extranjera, entonces creo que si es un buen paquete. Otra combinación bastante buena es magisterio de idiomas + segundo ciclo de traducción (acceso a través de prueba de acceso).

Un saludo

Olli

Anónimo dijo...

Jajjajaja Yo creo que, aunque se pueden aprender muchas técnicas y tal, ser un buen profesor no te lo puede enseñar nada ni nadie. Hay gente que no sirve y punto pelota. Pero también es cierto que con el tiempo los "tichers" más negaos se van convirtiendo en excelentes docentes. !Pero ojo!, esto no es siempre así. Hay quienes peinan canas ya en esto de la docencia, y siguen siendo tan malisísimos como el primer día que empezaron.

Yo también pienso, no obstante, que la mejor opción es Magisterio+TeI, aunque siempre está la posibilidad de cursar el CAP una vez terminas la carrera, que es lo que hacen filólogos, matemáticos y todo licenciado que quiere meterse en el maravilloso mundo de la docencia. ;)

Lo reconozco, yo también quiero ser profe! No es que me disguste la traducción, pero me resulta a veces muy pesada y la prefiero como hobby!:P En cuanto termine la carrera, me hago mi CAP y flying que me flying a los states a dar clases de español.

Saludos,
Chickenlittle

Olli Carreira dijo...

El CAP, en mi opinión, es patético (un trámite más que otra cosa). Este año se ha impartido a distancia (cómo se puede aprender docencia a distancia???) y los alumnos a continuación sólo han tenido que impartir una clase. Si realmente quieres ser un buen profesor, vete a UK y sigue un PGC. Es el equivalente a nuestro CAP, aunque dura un año, tiene unos 70 créditos, de los cuales el 75% son clases practicas por las que te pagan un sueldo, y el 25% teoría sobre la materia en la que te especializas (el PGC se cursa en diferentes materias, no existen lo que aquí entendemos como profesores generalistas)

De traducciones y otras rarezas dijo...

Mis interrogaciones se deben a que considero que en TeI ni te enseñan en profundidad el idioma ni recibes formación sobre contenidos pedagógicos (y uno ya lo sabe de entrada). Es cierto que en las filologías tampoco se trabaja la pedagogía, pero es indudable que su formación en lenguas con orientación docente es infinitamente mayor que la nuestra.
No me negarás la diferencia que hay entre cómo trabajamos y aprendemos las lenguas nosotros y cómo lo hacen los filólogos. Debemos admitir que en nuestra carrera, que es eminentemente práctica, se nos enseña, con un buena base de cada idioma, a traducir y, en parte a interpretar. Por lo tanto, nuestro aprendizaje, si bueno, es bastante intuitivo, ya que lo hacemos a través del método ensayo-error de nuestra traducción de los textos.

De esta forma, el tipo de enseñanza que recibamos influirá mucho en el tipo de clases que demos. Y lo que demandan los estudiantes no es aprender a hacer traducciones científicas, sino estudiar estructurales gramaticales y sintácticas, hacer ejercicios de comprensión, practicar el lenguaje oral... y en eso no somos nosotros los más duchos.

Y al revés, los filólogos no son los más duchos para hacer nuestro trabajo, básicamente, porque su formación está limitada en lo que exige el mercado de la traducción e interpretación (de ahí que no seamos una única carrera).

No obstante, uno puede complementar su formación para adquirir las destrezas necesarias, como comenta Olli. Yo creo que más que nociones pedagógicas, lo que nos hace falta es estudiar idiomas con más profundidad y hacerlo de manera que responda a las necesidades de los alumnos (y no de clientes), pero entonces tardaríamos 25 años en acabar la carrera... y no está la cosa para perder el tiempo.

Olli Carreira dijo...

Y si nos toca el sorteo de la ONCE de San Juan? Aserrín, aserrán las campanas de San Juan? Podemos estudiar 25 años? si? XD ;)

De traducciones y otras rarezas dijo...

Hablando de la docencia en secundaria ahora que me acuerdo...
Cogí un día el temario de oposiciones y por fin me di cuenta de por qué los filólogos son nuestros profes de secundaria. Básicamente, porque la mayoría del temario se corresponde con su carrera. Dime tú a mí cuánto podríamos tardar los licenciados en TeI en estudiarnos por primera vez el 50% de literatura que tienen esas oposiciones...

Anónimo dijo...

Buenas, volviendo al tema de la prepotencia, puse un comentario ayer pero inexplicablemente al publicarlo desapareció así que lo repito

Yo me licencié hace un par de años en Málaga, y debido a que arrastraba algunas asignaturas y a que para más inri me fui un curso entero de Erasmus lo hice un par de años más tarde de lo que correspondía a mi promoción. En mi clase, a pesar de que sí había este tipo de gente, no creo que fuesen más de los que te puedes encontrar en cualquier otra carrera. Por regla general teníamos muy buen rollo entre todos y nunca había problemas a la hora de pedir apuntes, ayudarnos los unos a los otros, e incluso salir y organizar cosas, etc.
Ahora bien, en esas asignaturas “descolgadas” que daba en cursos inferiores sí que noté que esa competitividad malsana de la que hablas era mayor a medida que bajabas de curso, por decirlo de alguna manera. Y no sólo eso; varios estudiantes de dichas promociones me lo comentaban ellos mismos y me contaban cosas que yo nunca habría visto en la mía, y me chocaba bastante, ya que yo sólo estaba un curso o dos por delante de ellos.
No sé como estará la situación ahora, pero de todos modos no me parece que Traducción sea una “carrera de prepotentes” por sí misma. Los hay en todas, lo que pasa es que las carreras con nota de corte más alta tienen más papeletas, pues para esa gente muchas veces elegir una carrera en la que piden un 6 habiendo sacado, pongamos, un 8 en selectividad es caer muy bajo, pero haberlos haylos en todas.

Un saludo :)

Olli Carreira dijo...

Hola Irene:

Lo siento, fue culpa mía. El comentario llegó duplicado, así que admití uno y eliminé el otro (y el sistema entendió que había que cancelar ambos). Siento el problema :)

Olli

Anónimo dijo...

No pasa nada, la verdad es que mi ordenador hacía cosas raras cuando lo intenté mandar y no sabía bien si lo habíais recibido o no :D

Anónimo dijo...

No pasa nada, la verdad es que mi ordenador hacía cosas raras cuando lo intenté mandar y no sabía bien si lo habíais recibido o no :D

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo en que el CAP es un mero trámite burocrático más para llegar a ser -oficially speaking, of course- profesor.

En cuanto a quién es más idóneo para impartir clases, si un filólogo o un traductor...hmmmm...no sé yo q decir! Creo que esto enlaza perfectamente con el debate que teníamos acerca de la enseñanza pública española.
La parte de culpa que le toca al profesorado se debe, en mi opinión, precisamente a que reciben una formación demasiado teórica, haciendo un ridículo hincapié en la parte más dinámica del idioma. Así, salimos del insti sabiéndonos la gramática al dedillo pero con un defícit oral que espanta al más valiente. Quizá, no vendría nada mal que algunos traductorcillos se metieran a dar clase...pues la gramática no es taaaaan difícil como para saber impartirla, y seguramente harían unas clases mucho más dinámicas, activas y dedicándole mucho más tiempo al speaking y al listening, tiempo que, desgraciadamente, apenas hoy se les dedica en las aulas de este nuestro queridísimo país.

Saludos, Chicken

Olli Carreira dijo...

Del tema del profesorado, la cosa pasaría por reformar Magisterio, por reformar el CAP y hacerlo decente, o por introducir contenidos pedagógicos en la titulación (quizá como optativas, o como libre elección) y así dar una vía más de especialización a los alumnos.

De traducciones y otras rarezas dijo...

Pues la idea que parece que quieren implantar con Bolonia es que todos los profesionales que se vayan a dedicar a la enseñanza (incluidos los diplomados en Magisterio) cursen un posgrado pedagógico en lugar del CAP, que espero que esté mejor preparado que lo que tenemos ahora.

Anónimo dijo...

Olli, ya me estás censurando mensajes? CENSURA, CENSURA, CENSURAAAAA!:P Caca, había escrito otro comment pero no tengo ganas de repetirlo.

Chicken

Anónimo dijo...

Bueno va, decía algo así: "Que me parece estupendo que los "tichers" se sepan la biografía de "Chespir" "bai jart", pero si se dedican sólo a eso, luego "japens" lo que "japens". Y lo que "japens" luego es que acabamos "espiquin" como os pongo entre comillas. Y claras están las nefastas consecuencias que todo esto tiene. Por un lado, les pedimos a los "estiudents" que hablan RP English, pero por otro lo único que hacemos es darle recetas gramaticales y lecciones de la ¿historia? norteamericana. Qué paradoja. Qué desconcierto. Por favor, átenme esto.:P


Saludos, Chicken

Olli Carreira dijo...

Ke nooooooooo chicken! Se ha caído mi conexión, y no me dais tiempo a moderar todos los comentarios (ya demás estoy transcribiendo mientras) no me dejais currelar -sniff- XD

De traducciones y otras rarezas dijo...

¡Si yo creo que los traductores podríamos ser excelentes profesores... pero en otro sistema educativo!
Porque tú me dirás la creatividad que tienen los exámenes de selectividad de lengua extranjera XDDDD
Por lo tanto, a los profesores se les exige lo mismo: gramática, sintaxis, un poco de redacción y... tachán... una literatura angloamericana/francófona/germánica/póngase aquí lo que proceda inexistente en la educación española como tal.

Conclusión: las carreras están mal diseñadas, el CAP mal diseñado y las oposiciones mal diseñadas...

Con este plan, ¿cómo vamos a tener un nivel aceptable si los profesores se adaptan al currículo educativo en lugar de a las necesidades de los alumnos?

Fdo: Eu, la inconformista.

Anónimo dijo...

Yo sigo pensando en ser "ticher" como dice chicken. También estoy de acuerdo en que el maestro/profesor/educador/monitor, o cualquier derivado de estar con jovenes y enseñarles, se nace, no se hace. Con lo de las oposiciones... eso si esta peor ya, aunque siempre quedará la opción del colegio privado de enchufe... XD.
De todas formas también hay que tener en cuenta que muchas veces los profesores de secundaria de colegios públicos se les sube demasiado a la cabeza eso de que se han sacado las oposiciones. Yo tenía uno que por el hecho de que tenía las oposiciones se creía Dios... era un cap*.
En fín, ese se ve que sería de esos prepotentes de la carrera, jajaja.
Saludos y que paseis un buen verano.
Rafa Molina

De traducciones y otras rarezas dijo...

¡Si eso es lo bueno que tiene esto, que tenemos alternativas! No todos trabajamos en el mismo sector ni tenemos el mismo perfil y eso reduce la competencia y nos diversifica. De ahí que tengamos unos índices de colocación muy buenos...
¡Mucha suerte a todos, elijáis lo que elijáis!

Anónimo dijo...

Amén, Eu. Por eso mismo, pírome yo a los Unaitid Esteits...a ver si allí el sistema es algo diferente. ¡Desde luego yo voy a hacer todo lo posible para adaptarlo a mis métodos!Ja, ja, ja! Porque vaya, si bien es cierto que aquí (y allá) hay un plan de estudios y tal, no creo yo que en ningún sitio ponga que las clases han de ser en español o en inglis-pitinglis-me-lou-sacou-of-the-manguis! xD Dentro de lo que cabe, cada "ticher" tiene libertad para dar la clase como le salga del chimichurri, o en su virtud o defecto, del pajarito.

Saludos, de un pollito.

Inma dijo...

Totalmente de acuerdo con vosotros. Las carreras están mal planificadas y enfocadas, los cursos de preparación del profesorado, tipo CAP, aún peor, de las oposiciones mejor no hablamos, porque si lo hiciéramos subiría el pan, y del sistema educativo y del currículum del que se parte me quedo sin palabras para describirlos.

Rafa, no sé cómo se dará clase en EEUU, pero espero que sea muy diferente a cómo se da aquí. Sí conozco, por ejemplo, cómo es en Inglaterra porque he pasado un año allí en un instituto de Secundaria, y después de conocer esto y aquello, sin duda me quedo con aquello o al menos algo parecido, a pesar de sus múltiples fallos, porque nada es perfecto.

La enseñanza de idiomas nada tiene que ver con ésta, para empezar las clases desde el primer año se intentan impartir en el idioma en cuestión, y aunque la gramática ocupa un lugar importante, para nada es el centro de atención. Se trabajan otros muchos aspectos como el speaking y el listening (se los van a exigir de hecho en sus exámenes GCSE y Alevel, parecidos a nuestra selectividad), y las clases son muchísimo más dinámicas, creativas y originales. Os puedo asegurar que allí los profesores se "parten los cuernos", en parte porque su puesto en el colegio depende de los resultados de su alumnado.

Bueno no me enrrollo más sólo quería exponer un punto de vista y demostrar que si en otros sitios se puede hacer más o menos bien, aquí también deberíamos intentarlo, y una forma inmediata se encuentra en manos del propio profesor, aunque claro está no es suficiente.

Inma

De traducciones y otras rarezas dijo...

Hablando (aún más) de educación:
http://detraducciones.blogspot.com/2007/06/la-educacin-futura.html

A ver qué os parecen las medidas que se implantarán en Andalucía.

Anónimo dijo...

la vida es una tómbola... feliz verano traducamigos!!!!

Xosé Manuel Carreira dijo...

Mucho estudiar carreras de letras pero luego quisiera creer que no has escrito "no me enrrollo más", con dos erres después de n, conscientemente.

Por lo demás el blog es muy ameno y concuerdo con muchas de las opiniones.

Olli Carreira dijo...

totalmente de acuerdo... que cagada! XD