domingo, 20 de mayo de 2007

Impresiones de un futuro universitario (III)

Otra semana más. Ya sólo quedan los exámenes finales, los exámenes donde, digan lo que digan, te juegas la nota de cada asignatura. ¿Y si tienes un mal día? Un estudiante de 2º no puede plantearse esa pregunta, todos los días hay que estar al 100%. La última semana de mayo es todo un récord para nosotros. Se combinan las clases teóricas, para terminar el extenso temario, con los exámenes. A ese viernes llegamos todos con la lengua fuera, como si hubiésemos corrido el maratón, unos habrán ganado y otros no. Ganemos o no, ese viernes tenemos premio para todos: nuestra graduación. Es un gran acto donde todos y cada uno de nosotros se “disfraza”; se disfraza por fuera, pero también por dentro. Algunos dejan de ser los amables compañeros para criticar el “crimen” contra la moda que ha hecho el compañero de mesa. Otros sin embargo, abandonan las disparidades con los compañeros para dar a conocer su lado más hipócrita, justificándolo con el dicho: “un día es un día”. Si conseguimos evitar esas situaciones, pasaremos una gran noche, nuestra última noche con todos nuestros compañeros y profesores del instituto.


Hasta que ese día llegue, pasaremos momentos muy angustiosos. Todo gira en torno a números y más números. ¡Pero concentrémonos en nuestros exámenes finales! Debemos ir a por todas en cada uno de ellos; es cierto que en el instituto cuenta la asistencia, el interés y otras cosas además de los propios exámenes; pero de donde no hay, no se puede sacar. En mi caso son cuatro las asignaturas que me quedan: biología, química, matemáticas y filosofía. Esta semana espero terminar con ellas y conseguir mi ansiada libertad. Hasta entonces, no hay otra que seguir con la tarea. ¡Ya os contaré qué tal sale todo! Felicidad.

MªJosé.clari

Estudiante de 2º Bachillerato

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