martes, 13 de marzo de 2007

Traducción y lenguas minorizadas (en este caso el gallego)

Esta mañana me he levantado temprano para ir de compras por el centro de Ourense (pero da igual donde te encuentres, porque en Galicia pasa en todas las ciudades) y he vuelto a pasar por delante de un cartel que me corroe por dentro: CENTRO URBÁN (acompañado de una flechita a la derecha). Los gallegos que hemos estudiado el gallego en el cole o en la universidad sabemos que urbán* es un hipergaleguismo, como lo llamamos los estudiosos, y que la forma correcta es urbano, sí, como en castellano. Este cuento es una introducción para que os hagáis una idea de cómo está el panorama lingüístico gallego. En este artículo quería mostrar la situación de una lengua minorizada en el ámbito de la traducción a los que no la conocen ya.

Mi relación con el gallego es extraña, porque empecé a hablarlo a los 17 años, 2 años después de volver de Suiza y me daba miedo hablarlo porque no quería chapurrearlo y hablar “castrapo” (gallego con castellanismos). Pero cuando me lancé, ya no supe separarme de él, de hecho, ahora es el castellano el que no quiero hablar por miedo a chapurrearlo. Por eso me metí en la carrera de TeI francés-gallego. La gente de aquí, siempre tan modesta, decía que no sabía dónde me metía, que el gallego no tenía salida. ¡JAJAJAJA! Ahora que acabo la carrera me doy cuenta de que tiene tanta salida que el castellano… Y os contaré porque, así también os pinto un poco el panorama de mi lengua.

Primero: si os paráis a pensar, descubriréis (y no quisiera ser pesimista) que el castellano se habla y se estudia en medio mundo, por lo que hay millones de traductores desde y hacia el castellano. Con el gallego, eso no ocurre, al contrario, a veces andamos buscados. Pero aquí entra el problema de las instituciones, porque en vez de ayudar a promulgar el gallego parece que lo quieren eliminar .

Segundo: los que estudiamos TeI x-gallego, también trabajamos con el castellano y somos capaces de traducir tan bien como los de TeI x-español. Así que si no tenemos trabajo en gallego, nos pasamos al castellano… también es cierto que en gallego hay un intrusismo notable, y digo notable en el sentido de que se nota, porque los que traducen al castellano no todos saben traducir al gallego. Es normal si tenemos en cuenta que el gallego todavía no es una lengua completamente normalizada.

Bueno, y eso es todo. Yo siempre digo que tenemos una situación privilegiada, porque los gallegos sabemos dos lenguas maternales, y es una pena que gente tan importante como escritores, actores o modistos no lo vean así. Además, los que estudiamos el gallego para perfeccionarlo como es el caso de los traductores, lo pasamos muy bien viendo a la gente hablar el castellano en la tele con un acento y unos calcos tremendos… ¡JEJEJE! ¡El gallego es divertido! Como tantas otras lenguas.

Voy a dar la despedida…como decimos en nuestras canciones populares.

Adeus e un biquiño para todos.

Ana Vanessa Conde

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que haces bien en prepararte para traducir del y al gallego. Yo hice la carrera con el catalán como lengua A y ahora trabajo indistintamente hacia el catalán como hacia el castellano, ¡y eso sin contar las traducciones castellano<->catalán!!

En algunas agencias entré cuando buscaban traductores al catalán y ahora me pasan también traducciones al castellano.

Arimaz dijo...

Es la suerte que teneis los bilingües... ¡Cuántos quisiéramos! Yo tengo árabe de lengua C, al menos con eso también me abriré más puertecillas (esas que se me cierran con el monolingüísmo)
¡Buenas noches a todos!