sábado, 31 de marzo de 2007

Mi vida sin mí: extracurricular (II)

La última vez hablé de la actividad extraescolar a la que nos dedicamos más a menudo los estudiantes de Traducción: los idiomas. Sin embargo, existen otras varias materias en las que podemos gastar nuestro tiempo y, aunque en principio no parezca que tienen mucho que ver con nuestra carrera, queremos dedicarnos un poco a ellas.
En primer lugar, ya que hay que completar ciertos créditos de libre configuración, lo más sensato sería elegir alguna asignatura, curso o seminario que nos interese y que, además, nos permita ventilarnos esos créditos. Hay para todos los gustos. Cuando me matriculé en la universidad me fascinó (por decirlo finamente) la cantidad de asignaturas «raras» a las que puede apuntarse uno. Tardé en decidirme. Tardé todo el verano en decidirme. Deseché los idiomas (como el seductor Finés) por motivos que ya conté anteriormente y al final me quedé con un par de asignaturas de Filología Clásica que, al igual que apasionantes son también pesadas (a mí entender), pero aún no me he rendido. No sé si en todas las universidades te dan la opción de cursar este tipo de asignaturas en el primer ciclo, yo hablo sólo por mi experiencia en la Autónoma de Madrid. Supongo que no será tan fácil para los que vayan a facultades de Traducción muy alejadas del campus principal. No me he dedicado a investigarlo, la verdad. Se puede encontrar de todo: asignaturas y seminarios de todos los colores, formas, sabores, olores y hedores. Por ejemplo: «Pensamiento griego clásico y cómo acabar con él», «U2 y Schopenhauer», «Movimiento minimalista: un boli bic y ya está», etc.
Si quieres salir de la universidad de una vez y formarte (o divertirte) por tu cuenta, hay muchos cursos que organizan los ayuntamientos en los centros culturales, escuelas de música, casas de la juventud, universidades populares… Si estás bien informado de lo que se oferta puedes encontrar algo que te interese, aunque el horario no siempre te va a venir bien (no se puede tener todo). Yo durante un tiempo (un corto, corto tiempo, más bien) asistí a clases de pintura en un centro cultural y, últimamente, he estado aplicando aquella experiencia a la traducción ya que «esto no es una pipa» amigos míos, por lo tanto «a pipe» no tiene por qué ser «una pipa»… da que pensar. También aprendí en esas clases mis primeras palabras en alemán: Der blaue Reiter y Die Brücke (bendito Expresionismo). En cualquier caso, la cultura siempre nos viene muy bien: cuanto más sepamos menos tendremos que documentarnos, cuanto menos nos documentemos más tiempo ganamos y, cuanto más tiempo, más dinerito, o simplemente más tiempo libre (pero es que el tiempo es oro)
Existen también otro tipo de actividades anexas a ciertas asociaciones. Si te gustan los pájaros, te unes a la Sociedad Española de Ornitología; si te gustan los líquenes, a la Sociedad Española de Liquenología; si prefieres a los toros, a la Sociedad Antitaurina Europea; y si no te gusta nada de esto, pues montas tu propio club en el que no puedan entrar chicos o algo así. Lo importante es poder dedicarte a tus aficiones, conocer a colegas, pasártelo bien y (aunque quede un poco cursi) aprender algo.
Por último, digo yo que me toca comentar algo sobre los deportes: si queréis hacer ejercicio, pues lo hacéis, pero a mí nadie me va a obligar a ello. En fin, no debo ser tan dura con los deportistas, ya se sabe: «Mens sana in corpore sano». En cualquier caso, haced el favor de practicar un deporte de verdad, como correr, nadar o jugar al fútbol, porque: pilates (?), bodybalance (??), just pump (???)… ¿qué es todo eso, por Dios? O mejor aún, practicad «sillonbol» que al menos no causa agujetas.

Un saludo y feliz Semana Santa. Recordad que estamos en abril, no en agosto, así que no volváis de las vacaciones quejándoos de que os ha hecho mal tiempo.

Irene Igualada Baeza

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