martes, 27 de febrero de 2007

¿Hay vida después de la carrera?

Algunas cosas que deberían saber los estudiantes de Traducción e Interpretación
Por Ana Vanessa Conde González


Sí, hay vida después de la carrera. Empecé mi carrera en el año 2002 y llevo casi cinco años en la facultad de Filología y Traducción de la Universidad de Vigo, pues ya estoy en el quinto y último curso (en Vigo son cinco años sin el proyecto). Cuando entré en la carrera, lo que menos me importaba era saber cómo funcionaba el mundo laboral después de acabar, aunque no niego que me preocupaba, porque lo primero que quería era aprobar las asignaturas que tenía. Pero ya empiezan los profesores a hablar del trabajo y empiezo a interesarme un poco más. Sin embargo, no fue hasta 4º, o sea, el año pasado, cuando algunos profesores (almas bondadosas) nos hablaron en serio y con detalle sobre el mundo laboral. Quiero que este artículo sea práctico, que despeja dudas sobre la selva que está ahí fuera esperándonos, por eso que no os asuste su extensión. Dicho esto, ahí van algunas cosas que todos deberíamos saber al acabar la carrera.


Primero, cuando os digan que no hay mucho trabajo, jamás os sintáis derrotados, porque en este mundo como acontece en todos los trabajos, el que lucha y trabaja bien tarde o temprano será recompensado. Pero luchar no significa, y esto es muy importante, echar los precios por los suelos. Hay tarifas establecidas, no de forma oficial, pero ahí están. No podemos cobrar mucho menos porque «es que acabo de comenzar y no puedo cobrar tanto como los profesionales», olvidaos de eso. El que cobre menos tendrá que trabajar el triple para poder sobrevivir y no sólo se fastidiará él, sino que tendremos que pagar todos puesto que hundirá los precios. Os aconsejo que no lo hagáis, los profesionales que se dedican a la traducción y a la interpretación no lo ven con buen ojo y tendréis algún que otro enemigo. No es broma. Como anécdota, contaré que a unas compañeras de clase les pagaban 0,03€/palabra (francés-español) CON recargo por urgencia, cuando la tarifa normal es 0,06€/palabra SIN recargo.


Otra duda que tenemos los estudiantes es el asunto de las facturas. Hay miles de modelos pululando por la red, es cuestión de coger alguno y hacerlo suyo. Podéis hacer vuestras facturas en word, en excel, en pdf, con dibujos, sin ellos, con colores… hay tantas modelos como personas que se dedican a la traducción. Si trabajáis con empresas extranjeras (que sucederá), podéis tener un modelo para cada idioma con el que trabajáis. Es muy personal, pero estos son los datos que tienen que aparecer SIEMPRE:
  • Del traductor: nombre y apellidos completos o nombre de la empresa de traducción si la creáis o trabajáis en una, dirección, teléfono(s), NIF/CIF (empresa). Es fácil distinguir el CIF del NIF, en el CIF, la letra aparece delante de los números (no confundir, sin embargo, con el nº de los permisos de residencia, que también comienzan por una letra).
  • Del que encarga la traducción: nombre y apellidos o nombre de la empresa, dirección, teléfono(s), NIF/CIF.
  • Es obligatorio indicar la fecha y el número de la factura. El número de la factura lo ponéis vosotros, para eso, es bueno emplear un sistema con la fecha, por ejemplo: Factura Nº 02012007 (02—nº de la traducción realizada en el año, 01—mes del año, 2007—año de trabajo). Esto sólo es un ejemplo, cada uno tiene que hacer su numeración porque le servirá para encontrar las facturas.
  • Un cuadro con todos los detalles del trabajo: nombre del encargo (casi siempre viene cuando os mandan la traducción), número de palabras, páginas, líneas o cartelle (Italia) de la traducción, cuánto cobráis por cada unidad anteriormente citada y el subtotal.
  • Debajo del cuadro deberéis poner el IVA y el IRPF y el total del precio después de sumarle el IVA y restarle el IRPF. El IVA siempre es el 16% excepto en las traducciones literarias, que no se cobra. El IRPF es el 7% durante los dos primeros años de trabajo, luego es el 15%. Cuando hagáis una traducción para el extranjero no hay que poner ni uno ni el otro. Pues es dinero para Hacienda, y en el extranjero, no vale de nada. Eso sí, si realizáis más del 30% de vuestro trabajo para el extranjero, Hacienda os va a cobrar algo igual (no va a salir perdiendo, claro), pero eso ya son cuestiones complicadas que es mejor dejar a una gestoría.
  • Debajo del total debéis facilitar vuestra cuenta del banco o de las cajas para que os ingresen el dinero. Respecto a esto, os recomiendo hacer una cuenta paypal (o por el estilo) porque las empresas extranjeras cada vez pagan más mediante estos bancos electrónicos, pues no tienen que pagar los gastos de las transferencias que resultan ser bastante cuantiosos. La cuenta es gratuita y no necesitáis introducir el número de cuenta si no queréis, el dinero queda en ese banco para comprar en la red (por ejemplo ebay) o después podéis transferirlo a una cuenta (esta vez sí necesitáis introducir el número). Además de fiable, es super rápido, más o menos tres días después de hacer la transferencia ya tenéis el dinero a vuestra disposición, cosa que no ocurre con las transferencias bancarias de siempre.
  • Finalmente, debajo de todo, indicad siempre (esto es un consejo) el plazo que tienen para pagaros. Normalmente son entre 60 y 90 días, eso tendréis que acordarlo con el que os encarga el trabajo. Es importante tener algún texto escrito (mail, fax) en el que se refleje que llegasteis a un acuerdo respecto al plazo, porque muchas veces vais a tener que reclamar que se os pague. Es el gran problema de esta profesión, la gente tarda mucho en pagar y en el mes de enero, por ejemplo, recibiréis el dinero de las traducciones realizadas en noviembre-diciembre.

En esta web encontraréis un modelo de factura:
http://www.rlozano.com/consulta/12/12.html

No entraré en los detalles de las declaraciones de renta, etc. Eso es preferible dejarlo a una gestoría, que cobra por meses y hace el trabajo “sucio”. Pero tenéis que saber que muy pocos traductores trabajan para empresas en plantilla, lo que significa que la mayoría es y seremos autónomos. Para darse de alta es preciso ir a Hacienda, rellenar el modelo 036 (si no me equivoco) y en el mismo día, o al siguiente, darse de alta en la Seguridad Social que os cobrarán 180€ durante los dos primeros años si sois menores de 30. A su vez, las agencias de traductores suelen contratar muchos traductores e intérpretes autónomos.


Respecto a la profesión de Intérprete, no os dejéis llevar por películas como La Intérprete, las cabinas nunca serán tan ideales. Las interpretaciones se cobran por jornadas o medias jornadas. Las tarifas también están recomendadas. En las traducciones simultáneas suelen estar dos personas por cabina para turnarse, pues interpretar varias horas seguidas cansa mucho. Las facturas son idénticas que las de traducción, sólo hay que cambiar el nombre del trabajo y las unidades de trabajo. La pega de ejercer como intérprete es el hermetismo, pues las empresas suelen trabajar con los intérpretes que conocen, ya que, como todos sabemos a estas alturas, la gente no suele fiarse mucho de los traductores y menos si son noveles.


Es aconsejable ser socio de una asociación de traductores e intérpretes, porque os irán informando de ofertas de trabajo, incluso os podrán pasar algún trabajo que algún socio no consiga realizar (no es una práctica común). Normalmente hay que pagar una cuota de socio anual. Esta es una lista de algunas asociaciones españolas, todas tienen una página web para más información:
Evidentemente, también existen asociaciones a nivel internacional de todas las lenguas con las que trabajamos.


Para buscar trabajo en este mundo, lo mejor es enviar currículos a las agencias de traducción de vuestra zona o a las que encontréis por Internet, sin dejaros estafar por tarifas extraordinariamente bajas. Otra posibilidad, y da resultado, es ir a la página web de Infojobs (http://www.infojobs.net), crear un currículum e introducir en “búsqueda” la palabra “traductor”. Después os apuntáis a la(s) oferta(s) que más os convenga(n).


Voy a mencionar también, puesto que muchos tienen pensado (yo entre ellos) dar clases de idiomas, la posibilidad de formarnos como profesores. Lo mejor es hacer el CAP. De momento son 6 meses (4 de teoría+2 de prácticas en un instituto), pero lo quieren pasar a curso de postgrado, lo que supondría prolongarlo hasta los 2 años de duración. Os recomiendo el CAP porque lo suelen pedir para dar clases, independientemente de si queréis presentaros a las oposiciones, pero también pueden pedir ser nativo.

Hay vida después de la carrera, pero como acontece con todos los trabajos, sobre todo con los trabajos relacionados con las carreras de humanidades, es difícil abrirse paso en el mundo laboral, más en este caso porque las empresas suelen trabajar con los traductores o las agencias que conocen. Os recomiendo que os informéis cuanto antes y lo mejor posible sobre el futuro que os espera si os queréis dedicar a este oficio.

Que la suerte os acompañe, jóvenes traductores e intérpretes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo llevo ya 4 años como traductor autónomo y os puedo decir que el primer año lo pasé mal. Prácticamente cobraba lo justo para cubrir gastos y muy poco más (no daba para vivir, vaya).

Después, conforme fui conociendo gente y dándome a conocer, la cosa se ha ido animando hasta llegar a un punto en que me encuentro saturado de trabajo bastante a menudo.

¿Qué quiero decir con esto? Que no os desaniméis si al principio os cuesta haceros un hueco, tarde o temprano lo conseguiréis ;-)

ECE dijo...

Hola Ana Vanessa

Gracias por tu post. Quería decir sobre este tema también que hay otras MUUUCHAS salidas en las que los licenciados se están abriendo camino y que no son tan conocidas.
Una de ellas es el Comercio Exterior. Antes se pensaba que la única manera de entrar en ese mundo sería aceptando un empleo de secretaria o administrativa bilingüe... pero la realidad está siendo distinta. Actualmente, el perfil del licenciado en TeI es preferente en las pruebas de selección de programas como el ICEX (Instituto Español de Comercio Exterior) o los autonómicos como el EXTENDA (Andalucía). Parece que les resulta más fácil formar a alguien de TeI en los conocimientos necesarios en Comercio exterior, que a alguien de empresariales en idiomas, adaptabiliad, interculturalidad, desenvolverse en el extranjero, capacidad de comunicación e interlocución, trabajo en equipo, etc... (todo lo que se supone que aprendemos en la carrera).
Otra salida interesante y por explotar es la Gestión de Contenidos. Actualmente en España no existen ciclos de formación en este sector. La Gestión de Contenidos se necesita en las grandes empresas con visión internacional y consiste en decidir qué tipo/cantidad/calidad de comunicación va a ofrecer la empresa en cada país. Tiene que ver con la gestión Web, con la documentación multilíngüe, con la traducción/localización y con el márketing. Las vías de formación después de la carrera, pasarían por mejorar los conocimientos de diseño y gestión Web (hay cursos gratuitos para desempleados organizados por las CCAA que están bastante bien) y nociones de márketing. La mejor manera de empezar y aprender es solicitar prácticas en este sector en una empresa multinacional (probablemente más fácil de conseguir en el extranjero). Si alguien se quiere informar sobre esta post-especialización, hay muchísima info en google con la etiqueta "Content Management"...
Otros trabajos: relacionados con relaciones públicas internacionales y con organización de eventos, relacionados con docencia (no solo en secundaria, también en universidad -aunque es durísimo y pagan FATAL!!-, formación en empresa, español para extranjeros, etc.)

Saludos
Elisa