domingo, 6 de mayo de 2007

Impresiones de un futuro universitario (II)

¡Ya queda menos! Parece ser un fin inalcanzable, pero somos conscientes de que muy pronto llegará, y con él la libertad que todos deseamos desde hace ya bastantes meses. A pesar de la proximidad de nuestra graduación, los profesores se han empeñado en agobiarnos con sus malditas advertencias: “estos días son decisivos, si no estudiáis lo suficiente, os quedaréis fuera de la carrera por la que lleváis luchando estos dos años”. ¡Vaya ánimos! Todo está programado, incluso algunos profesores se “pelean” con sus compañeros para reservar horario en los días de junio antes de la selectividad, como si de una consulta del médico se tratase: “¡Oye, que yo ya había pedido esa hora! ¡No me la quites!”- se escucha por los pasillos. Parece que la hipocresía llena las clases, tanto por parte de profesores como de alumnos. Todo se convierte en intereses, y está desapareciendo el compañerismo que había reinado hasta hace un tiempo. No son días de mirar por el prójimo.

Además, se une el agobio de todos nosotros a la indecisión. ¿Qué estudiar? Tengo comprobado que el 90% de las conversaciones que se llevan a cabo entre estudiantes de 2º de bachillerato giran en torno a este tema. ¿Preferimos una carrera con muchas salidas profesionales o una que realmente nos llene de satisfacción? Dado que vivimos en una sociedad utilitarista, la primera opción sería la más “correcta”, aunque mantengo que aquél que elige su carrera por vocación está cometiendo el mayor acierto de su vida. En mi caso, la elección de carrera no dejará de ser un descarte de todas las otras carreras a las que tiene acceso mi bachillerato. Estudio ciencias de la salud, y a pesar de tener una amplísima gama de posibilidades esta modalidad, no me decido por hacer nada relacionado con ella. Desde pequeña me han encantado las ciencias, y siempre he querido hacer matemáticas, pero se vio truncada mi idea cuando apareció la música en mi vida. A partir de entonces, la idea de estudiar ciencias se cambió por los idiomas, desde pequeñita me habían gustado y nunca había descartado la posibilidad de estudiarlos. Ahora quiero seguir con la música, pero no me asegura nada, por eso quiero estudiar algo desde el bachillerato. ¿Traducción e interpretación? ¿Medicina? ¿Filología inglesa? ¿Química? En cualquier caso, creo que deberé elegir ya entre música y otra carrera, pues ninguna de estas posibilidades me permite compaginar la música. Lo más usual es magisterio, decenas de compañeros del conservatorio estudian magisterio para poder llevar ambas cosas. No digo que sea fácil, pero la dificultad en una licenciatura se incrementa. ¿El problema?No me acaba de convencer. Es una difícil decisión, la más difícil que he tenido que tomar hasta ahora. Se acerca el día…¡ y no sé qué hacer!

MªJosé.clari
Estudiante de 2º de Bachillerato

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Salidas siempre hay.

Si tú quieres dedicarte a la música, sigue con la música y dedícate a ello.

No se es mejor ni peor por tener una carrera universitaria o miles de masters.

Dedícate a lo que te gusta y seguro que serás más feliz que si buscas algo "con salidas".

Anónimo dijo...

Sí, si hasta ahí estoy de acuerdo. Pero tengo otras opciones que me gustan también, y tienen más salidas. La música está muy mal de salidas. Hay que tenerlo en cuenta todo, aunque lo primero sea la vocación. Gracias. MªJosé