lunes, 9 de julio de 2007

El fin de un ciclo

Bueno, se acabó… 5 años de mi vida y la carrera se han terminado. Todo un ciclo lleno de altibajos (siempre te acuerdas de los bajos porque te marcan de una manera especial) que me alegro de acabar, pero al que extrañaré más de lo que puedo imaginar (¡ya lo estoy extrañando!)

Nunca olvidaré la sensación que me invadió cuando entré por primera vez en mi facultad. Venía de un pueblo, a pesar de haber nacido y vivido 14 años en una ciudad bastante grande. Me sentí perdida y muy pequeña. Llena de emoción porque estaba convencida de que la universidad sería algo genial, como en las pelis, todos nos llevaríamos bien e iríamos de fiesta juntos… Sin embargo no contaba con echar tanto de menos a mi familia, a mi novio, a mis amigos. Es que estar a 200 km ¡me parecía un mundo! ¿Cómo harán los que están más lejos de casa? Acabé concluyendo que soy una cobarde y que no tenía fuerza de voluntad. Comencé con venirme para casa el jueves antes del viernes, después los domingos lloraba al llegar a la habitación de mi hostal y semana tras semana acabé por tener lo que lo médicos llamaron “crisis de ansiedad”… Don’t worry! Con unas pastillitas y con mudarme a un piso con dos compañeras todo se solucionó… hasta el tercer curso, sin duda el peor. No sé qué me pasó en tercero, pero fue horrible, incluso pensé en dejarlo, pero yo soy tozuda en los estudios, si comienzo algo, lo tengo que acabar. Otras pastillitas más fuertes y a seguir adelante, eso sí, solamente a partir de mayo. Ya os podéis imaginar. Antes, no podía dormir, y ya no me pasaba sólo en Vigo, sino también en mi casa, ahí fue cunado dije “se acabó, seguiré aunque tenga que dejar la salud en ello”. Yo soy así.

Pero basta de malos rollos. Nunca podré olvidar 2º, ni 4º y menos aún 5º. Gracias a mis compañeros de clase y a mi incondicional compañera de piso (desde aquí un enorme saludo a mi Pili, porque aunque no se lo haya dicho nunca, sin ella no habría seguido con la carrera y la voy a extrañar un montón!!!) fueron unos años formidables. De juergas, de diversión… ¡Qué bien lo pasábamos en clase! ¡Qué bueno! ¡Jajajaja! Esos profes, esos compañeros “raritos”… buf, qué años. Y aquí estoy ahora.

Quería disculparme por publicar el artículo con un día de retraso, pero no estoy de bamba por ahí… bueno, la verdad es que este fin de semana sí… son las fiestas de mi pueblo. Lo que quería decir es que ahora estoy intentando buscar trabajo y al ver que no consigo nada en traducción de momento, intento buscar en otras cosas… Sólo diré que este país es un mierda (perdonadme esa palabra). No hay trabajos en los que pidan menos de un año de experiencia… Y en traducción, ¡3 años! Una locura. Total, me apunté como voluntaria en una ONG y a ver si traduzco algo que me dé la experiencia que piden (es que eso de estar cinco años traduciendo textos para trabajos y exámenes se lo pasan por el forro).

No quiero desanimaros, porque esta carrera, por lo menos en Vigo, es una pasada. Me encantó y quiero ser traductora e intérprete (si me lo permiten). Disfrutad de los años universitarios y nunca os arrepintáis de haber elegido esta carrera porque entonces va a ser peor y los vais a pasar muy mal.

No hay como la vida de estudiante (como dice mi madre). Ánimos, jóvenes padauers! Que la fuerza os acompañe. Que yo ya me he pasado al bando de los Jedi, en el que hay que pelear.

Vanessa.

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